Torneo de Rol ¡ARRRolear, grumetes! (Reporte y valoración de los directores)
¡A del barco, perros sarnosos! Como ya sabréis si no sois marineros de agua dulce que navegais por primera vez estos mares, el pasado domingo 22 de Febrero los capitanes más temidos de Banshee Errante llamaron a cubierta a veinte bucaneros y bucaneras previamente enrolados para participar en el Torneo de Rol "¡ARRRolear, grumetes!". El ron y la sangre no corrieron más que en la imaginación de los jugadores, pero aún así fue un evento digno de Barbanegra o de Barbarroja (pero no de Barbazul porque desgraciadamente no fue pirata ni nada parecido). Se jugaron cuatro partidas autoconclusivas y relativamente breves (todas de juegos de la editorial Nosolorol) tanto por la mañana como por la tarde, asegurando que nadie repetía con el mismo capitán, y al final de cada partida cada pirata debía votar en secreto al miembro de la tripulación que a su juicio había interpretado mejor a su personaje. Al final del evento se hizo recuento de votos y el más votado fue coronado ganador con el sombrero de capitán y se el entregó una moneda de plata de Indias acuñada por Banshee Errante. El segundo y los terceros (ya que hubo empate en ése puesto) recibieron aplausos y ovaciones de toda la sala, que tampoco está mal. Decidimos no revelar uno a uno el resto de los puestos, aunque aquellos que lo desearon pudieron saber el suyo en privado.
La cosa fue genial y adelanto que estamos deseosos de organizar muchos más eventos como éste. Pero no seré solamente yo quien os lo diga. Los cuatro directores y organizadores hemos decidido escribir cada uno nuestra reseña del torneo. Agarraos al mástil que aquí vienen:
Mesa 1 (7º Mar)
Los pocos que me conocéis sabéis que, a nivel público, vengo del rol en vivo. Antes de entrar en Banshee, para mí el rol de mesa era algo más casero que, aún y jugarlo bastante a menudo, era algo que sólo hacía entre amigos.
El ganador, el finalista y los dos empatados en el tercer puesto. El borrón de la mano es porque fotógrafo iba ebrio de ron. |
La cosa fue genial y adelanto que estamos deseosos de organizar muchos más eventos como éste. Pero no seré solamente yo quien os lo diga. Los cuatro directores y organizadores hemos decidido escribir cada uno nuestra reseña del torneo. Agarraos al mástil que aquí vienen:
Mesa 1 (7º Mar)
El Capitán Edgar dice que sale divino en esta foto y amenazó con pasarnos por la quilla si no la poníamos. |
Los que han jugado
conmigo a rol saben que soy un master que usa mucho el humor. Y las dos
partidas, con sus dos tripulaciones y con enfoques distintos sobre la misma
partida y personajes, no me defraudaron y consiguieron lo que busco en las partidas
(que sean divertidas) y tanto yo como los jugadores pasemos un rato agradable.
Una de las partidas
fue más cercano al humor de “hora chanante” o las películas de humo absurdo de
la saga “movie” mientras que la segunda partida tuvo más de sitcom con toques
de comedia de enredos. Y diréis: “¿Y a mí que me importa todo esto?” Pues
probablemente nada, pero me gustaba destacar la diferencia entre ambas que, aun
siendo humor, fueron muy distintas. Y eso amigos es la gracia del rol: que
incluso una partida idéntica con fichas idénticas no implica que sea idéntica.
Y ahora, dejando la
filosofía del rol, volvamos al torneo. Mi partida ambientada en 7ºmar era una
partida muy simple de investigar un crimen en alta mar. A partir de ahí se
enfrentaron a distintos pnjs; un cocinero sordo, un primer oficial sediento de
poder, un artillero obsesionado con sus cañones y un sinfín de otros piratas
con sus peculiaridades. Y mientras que en una partida la investigación llego a
una extraña pentacapitanía y un rebautizo del barco como “El Barco de los Idiotas”
la otra llevo a descubrir un motín, cometer un secuestro y a un montón de
conversaciones surrealistas sobre sables.
Como he dicho al
principio, las partidas fueron distintas pero ambas geniales. Y si los
jugadores y jugadoras estáis leyendo esto: ¡Gracias! Me lo pase genial
dirigiéndoos.
Y ya para acabar
gracias al resto de “capitanes” del torneo. Porque sin vosotros no hubiésemos
podido hacer nada y la idea que tuvimos saliendo del bar (porque de donde iba
salir si no), una idea de hacer un torneo de piratas, no se hubiese podido
llevar a cabo.
Y los que estáis
leyendo esto y no participasteis en el torneo no dudéis en apuntaros al
siguiente que al menos yo he salido con ganas de montar más torneos.
Edgar, capitán del 7º Mar
Mesa 2 (Hora de Aventuras)
Los grumetes del Capitán Eri, adorables y sonrientes. ¿Cual será el bruto que devoró a la villana "porque era de chuche"? |
Los pocos que me conocéis sabéis que, a nivel público, vengo del rol en vivo. Antes de entrar en Banshee, para mí el rol de mesa era algo más casero que, aún y jugarlo bastante a menudo, era algo que sólo hacía entre amigos.
Cuando salió la idea
del torneo de rol, seré sincero, me hypeé tanto como me puse nervioso, pues
nunca había dirigido partidas a desconocidos, con lo que me puse las pilas para
dar lo mejor de mí.
Pensé que la temática
que habíamos elegido para el torneo me daría, además, por fin, una oportunidad
para poder preparar una partida de Hora de Aventuras. Hacía 2 años que tenía el
manual y aún no había encontrado quien quisiera jugarlo, pero aquí nadie me iba
a decir que no... ¡¡AAAAAAAAAARRRRR!!
Así fue cómo nació la
Princesa Pataplata, capitana del Espinazo, su galeón pirata construido sobre el
esqueleto sin cabeza de un dragón. Le siguieron su padre, el Rey Cholacote,
adicto al chocolate, y la bruja de su esposa, el Hada de los Polvos Picapica,
que lo hechizó para casarse con él.
Los grumetes Limar,
PMO, Marina, Fokusu y Cala Vera, la tripulación del Espinazo, fieles a su
princesa y capitana, zarparon en una aventura por las islas del Mar de Tinta de
Calamar para conseguir el Tesoro del Rey Cholacote, antes de que el Hada se
hiciera con él, tras maldecir a la princesa y confirmar que el Rey había
desaparecido.
Cada grupo jugó la
partida de una forma diferente, pero hubo algo que ambos compartieron, y es que
pasamos unas divertidísimas ¡¡Horas de Aventuras!! Las risas estuvieron
garantizadas y no me puedo llevar mejor recuerdo del torneo y de mi debut
dirigiendo este juegazo de Nosolorol.
Quiero dar las gracias
de todo corazón a mis jugadores, por el cariño y atención que pusisteis en la
partida y, en general, ¡al resto de participantes por vuestra asistencia y
sangre pirata! Además, quiero felicitar a mis compañeros organizadores por el
buen trabajo, pues sin ellos esto no hubiera funcionado.
Estoy contando los días
que faltan para repetir unas jornadas así. ¡¡AAAARRRolear Grumetes!!
Eri, capitán de la Hora de Aventuras
Mesa 3 (Mundo de Tinieblas)
La Tripulación del Capitán Gerard. Falta un pirata que ha sido arrojado a los tiburones (o está haciendo la foto). |
Durante el torneo tuve
el placer de capitanear la partida de mundo de tinieblas, que comprendía tanto
el sistema de Cazadores cazados como Vampiro.
Desde mi punto de
vista, la experiencia puede valorarse como excepcional tanto des del punto de
vista de las partidas como desde el punto de vista de la asociación, pues las
primeras fueron ambas altamente divertidas y acabamos teniendo “overbooking” de
plazas.
Pero dejando el
análisis global atrás, vamos a hincarle el diente al plato principal de esta
reseña: la partida. Mi partida tenía lugar en un barco que navegaba cerca de la
costa de Noruega allá por el s XVII. El clima frío y generalmente poco acogedor,
la presencia cada vez más prominente de orcas en la zona y, sobretodo, la
escasez de pesca de los últimos meses inclinaban a los capitanes de barcos de
buena reputación a rechazar cualquier viaje que se les propusiera a no ser que
fuera de extrema necesidad, así que el padre Rodolfo el Ciego, acompañado por
su monaguillo, aprendiz y cuidador Rodrigo, decide que su viaje a Inglaterra no
puede posponerse más y convence a un capitán pirata de poca reputación para que
efectúe el trayecto.
Durante su estancia en
el barco ambos sacerdotes conocerán, ya sea de buenas o de malas a la
tripulación, a quien el padre Rodolfo consiguió poner bajo sus órdenes a través
de su carisma natural y algunos doblones de oro.
Tras pasar dos semanas
en el mar excepcionalmente sufridas para Rodrigo, pues su beldad amenaza con
escapar el límite humano, la tripulación empieza a sospechar que algo puede
haberle sucedido al capitán, quien según a quién preguntes lleva un par de días
sin salir de su camarote, o más de una semana.
Los eclesiásticos,
junto a otros tres miembros destacados de la tripulación -un cañonero perezoso,
un pirata al más puro estilo de “Jack Sparrow” y otro pirata grande como un
armario ropero y con un mal genio aún mayor- deben desentramar el misterio
alrededor de la puerta cerrada a cal y canto del camarote del capitán y lidiar
con un vigésimo primer viajero inesperado en el barco.
Como se explicó en el
torneo, cada partida se juega dos veces y, pese a compartir guion y personajes,
la partida varió enormemente de un grupo de jugadores a otro y, de paso, se
llevó la medalla a ser la partida más mortal del torneo con el segundo.
Quisiera agradecer a
todos los organizadores que han trabajado en este proyecto y lo han
transformado en realidad partiendo de una idea que surgió en un bar a aquellas
de las 3 de la mañana. Quisiera también agradecer a todos los participantes,
jugaran o no en mi mesa, que dieran el paso a participar en el torneo, pues al
final acabó siendo un domingo extremadamente divertido y que tengo muchas ganas
de repetir.
Gerard, capitán del Mundo de Tinieblas
Mesa 4 (Aquelarre)
El Capitán Bernat reclamó la mesa con decoración de San Valentín para ambientar mejor su partida. |
Da gusto hacer las cosas bien. Y creo que ésa medalla nos la podemos colgar.
Los organizadores de Arrrolear no somos los primeros en montar una jornada-torneo
de rol de Banshee Errante, mérito que merecen otros pioneros (a los que
aprovecho para mandar un abrazo), pero modestia aparte creo que podemos decir
que somos los que hemos tenido más éxito. Debo confesar que me sorprendió enormemente
no sólo alcanzar sino también superar las dieciséis plazas (cuatro jugadores
por mesa) que en un principio se habían barajado. Pero es que encima llegamos a
superar el máximo que decidimos al final (veinte, cinco por mesa) y que me
parecía idílica antes de lanzar la publicidad a las redes sociales y ver la
calurosa y rápida respuesta de tantos roleros de diferentes localidades.
Por supuesto los números no valen una mierda y lo importante es aquello
a lo que íbamos: vicio lúdico y diversión. Debo decir que, como soy un director
acostumbrado a partidas largas y más lentas que el caballo del malo, no tuve
todo el contacto que me hubiera gustado con la gente fuera de mi mesa. Pero fue
lo suficiente como para detectar buen rollo, ganas y disfrute que era lo que deseábamos.
Tuve la suerte de que, de los cuatro jugadores que subieron al podio
imaginario (hubo empate en el 3r puesto), tres estuvieron en mi mesa ya sea por
la mañana o por la tarde. No fue precisamente porque uno o dos jugadores
acapararan toda la atención (y tampoco los votos, espero) ya que debo confesar
que me fue muy difícil votar en ambas; todos mis jugadores cumplieron a pesar
de que algunos tenían poca o ninguna experiencia y en ambas partidas hubo por
lo menos dos si no más jugadores estelares, de los que querría sentar en mi mesa
cada semana. Todo esto teniendo en cuenta que mi partida era, como la definió
uno de los jugadores, “una partida de Aquelarre poco convencional” (el mejor
cumplido que servidor podría esperar). La susodicha partida sucedía e una isla
desierta maldita, sin más NPCs que un par de criaturas impías, con el resto de
los jugadores y el inexplorado entorno como “únicos” objetos de interacción
hasta el final. Las oportunidades para la interpretación, infinitas pero no
siempre evidentes, fueron explotadas satisfactoriamente por ambos grupos (cada
uno a su manera). También me agradó mucho poder probar un día más mi teoría de
que, por muchos detalles que ponga el director en un personaje pregenerado (y
los míos eran los más detallados, cada cual tiene su estilo) un buen jugador
siempre lo hará suyo para darle verdadera vida. ¡Y además les gustó, que no es
poco!
Y no me enrollo más, que la cosa se alarga y quiero que haya espacio
para agradecimientos. En primer lugar hago explícito el agradecimiento a mis
jugadores, ya implícito espero en las líneas de arriba. También a los otros más
afortunados que vinieron pero se salvaron de mí, claro. Y por supuesto quiero darles
las gracias a mis tres maravillosos co-directores y co-organizadores, pero sobre
todo al impresentable al que se le ocurrió vociferar que quería montar un torneo
de rol en la mesa de un bareto a las tantas mil de la noche. Por desgracia no
recuerdo quién fue.
No firmo porque voy a hacerlo una líneas más abajo al concluir el artículo.
Y eso es todo amigos. Por ahora. Como habéis visto éste "¡ARRRolear, grumetes!" será sólo la primera parada en un trepidante viaje que, esperamos, sea largo y lleno de aventuras. Mientras esperáis al siguiente torneo recordad que desde el club hacemos muchas otras actividades relacionadas con el rol (como las one-shots de las Nits Lúdiques o las partidas de las Iludo) dónde podréis disfrutar de las partidas de los cuatro capitanes y otros másters excelentes. Un abrazo y, si estuvisteis en el evento, no seáis tímidos y compartid con nosotros vuestra experiencia en los comentarios de éste blog o en cualquiera de las redes sociales donde somos activos. Os dejo con una foto de grupo de todos los participantes, excepto uno que tuvo que marcharse y el capitán Eri que hace la foto.
¡Os queremos!
Bernat, Capitán del Aquelarre y Oficial de Organización a bordo de la Banshee Errante
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